jueves, 22 de agosto de 2013

Yoga. Filosofía corporal III



El Yoga es mucho más que una técnica que modifica lo físico. El desenvolvimiento del cuerpo en el espacio genera cambios que actúan rápidamente en lo psicológico y en lo mental. Esto lo sabe bien cualquiera que  lo practique o que lo enseñe.

Pero lo que se ve generalmente es que la persona que lo practica físicamente no asiste a un curso de filosofía o  que el que estudia  adhiere al texto programado sin buscar la experiencia de sus propias respuestas acordando por aceptación  o creencia lo que deja el conocimiento solo en el plano de lo mental.

Susana Balech es una maestra argentina que siempre ha tenido la inquietud de posibilitar vivencia para la comprensión de lo filosófico, además a sabido encontrar la forma de trasmitirlo, creando escuela. Sobre la base de lo vivido en sus clases y cursos es que se asienta el presente trabajo. Yoga es unión, por lo tanto incluye el cuerpo  como elemento clave de conocimiento y transformación. Mente y cuerpo aunados en la búsqueda de la comprensión generando un diálogo que luego se establece  en la materia volviéndola conciencia encarnada.

Experimentar físicamente que buscador y lo buscado son instancias de la misma dinámica concretada en la unidad que se vuelve múltiple para volver a ser una desde lo diferente.

La dificultad del profesor es generar un estado de receptividad a la vivencia personal que abra a  la posibilidad de experimentación.

El Asana es una forma colocada en el espacio, lo cual ya establece una primera relación. Se instala a partir de los apoyos, raíces claras e indispensables para cualquier construcción. Una buena base conecta al apoyo tierra que permite la elevación con solidez y realidad., como un arquitecto  que le da cimiento a su obra. Apoyada es fácil elevarla.

Ese desarrollo del Asana tiene un tiempo feliz, es decir se va colocando sin esfuerzo lo que equivale a decir sin violencia para con el propio cuerpo, disolviendo suavemente los obstáculos. El Asana se asienta en un tiempo diferente al corriente solo la respiración dialoga.  

En este proceso Yoga devuelve a lo que ya estaba.

Hay tiempos, construir, sostener, disolver, con la comprensión del proceso y la experimentación de las propias facilidades o dificultades. Nacer para el espacio es nacer para la transformación.

En la vivencia de ese transcurrir se descubre que hay un diálogo entre la acción y el lugar espacio temporal donde sucede. También es un diálogo con uno mismo, pues el Asana actúa como un espejo que devuelve la propia imagen.

Nada está completo si no se relaciona con otra cosa. Este es el principio que se comprende con la respiración.

El Atman traducido como alma es el propio mundo de cada uno. Si uno se va de este mundo sin haberlo descubierto, entonces su mundo, por no haber sido conocido, no lo beneficia; como el Veda no leído, como cualquier acto no realizado.

Cualquier relación necesita orden  y ritmo. Sin ellos no hay crecimiento ni verdadero conocimiento.

El orden da la secuencia de lo posible, genera claridad y abre. El ritmo ahorra energía y conecta con lo telúrico, con lo cósmico, permite por último la consolidación del cambio.

La Vida se mueve constantemente, pero con orden.

La experiencia de la forma en movimiento abre la percepción a la recta y la curva, vivencialmente diferentes. Una rígida y directa, la otra blanda, ondulada, abarcante, universal. La curva sostiene el fluir. La energía nunca es recta y la onda da orden espontáneo.

Sustancia es aquello con que algo se alimenta. El Asana fluyendo en la respiración  dialoga con el espacio.

En formas que son abiertas o cerradas, que se conectan con uno o se abren al todo para instalar en la relajación la comprensión, que no es mental sino vivencial del proceso.

Con que soportes se realiza, como actúa la respiración sobre la forma, como conecta lo   personal y lo trascendente, todo se vuelve experiencia que no encuentra palabras que encierren si no percepciones.

Sin empleo de la voluntad el cambio de planos de conciencia es natural.

A veces el Asana se vuelve analogía, se siente la conexión con simetrías espaciales con lenguaje propio.

A veces se vuelve símbolo conectando expansión con centro.

La repetición asumida como nueva abre a la aventura de descubrir adonde lleva cada práctica.

La relajación es el tiempo de permitir el libre juego de las energías movilizadas, es la confianza de la entrega, es aprender a soltar, a dejarse morir; es permitir que todo termine para que todo pueda volver a empezar.

La alegría está dada por la libertad, la fuerza por la flexibilidad, la comprensión por el silencio, es filosofía encarnada. .

         


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viernes, 16 de noviembre de 2012

La sabiduría del lenguaje

Una de las ventajas de trabajar con personas es que se aprende a escuchar. Allí las palabras quedan resonando en un espacio que abre la comprensión.
En ese estado de atención donde el lenguaje toma su real significado surgen, como perlas, aquellas connotaciones que la prisa a veces oculta de la percepción.

Allí empieza a aparecer el tesoro de la sabiduría que está resonando en el vocablo, entregando mensajes diferentes, a veces más profundos, de lo que se entiende por habitual.

Por ejemplo la palabra responsabilidad, comunmente asociada a carga, peso, agobio, a respuesta automática, a deber. Si se la desglosa en responder y habilidad entrega una enorme gama de posibilidades.
Sí, es un llamado del afuera que se asume como personal, pero para su resolución...hay una sola manera?
¿Qué sucede si se pone en juego la habilidad que alude a las posibilidades de resolver de manera creativa, de ubicarse en otras perspectivas que no impliquen costos personales, sí, en cambio, deseos, intención, formas diferentes de asumir la circunstancia?

La palabra recreo, implica el espacio abierto entre acciones de cualquier tipo para re-crear, o sea re-definir el cómo, el cuándo, el por qué o el para qué. Volver a crear es partir de la nada gestante a una forma de realización nueva pero dinámica, que abra su propio camino a lo diferente.

Sabiduría encerrada en cada palabra, producto de muchas comprensiones que nos precedieron dejando su impronta abierta al que escucha y sabe detenerse en esa acción, que parece pasiva peo no lo es.

Sabemos escuchar, escuchar-nos? Tenemos tiempo para hacerlo, ese tiempo interno que abre puertas a lo que no es obvio pero está vibrando atrás??

lunes, 5 de noviembre de 2012

Las distintas vibraciones de los cuerpos, mental, emocional y físico.

Cada ser humano es un exquisito sistema compuesto por cuerpos de distinta densidad y vibración.
El más obvio es el cuerpo físico, de materia sólida. El emocional lo interpenetra pero es de una sustancia más sutil. . Es allí donde ocurren nuestras emociones, cada una con su diferente expresión vibratoria. Desde la vergüenza, la más baja e inhabilitante, el enojo que por lo menos no paraliza, hasta las más sublimes como la ternura y el afecto.

Más sutil aún, el cuerpo mental que involucra a los dos anteriores. Allí se estructuran los pensamientos, desde los más básicos sobre cómo resolver algo de lo cotidiano hasta los más elaborados como conceptos y síntesis. La imaginación o las ideas corresponden a un nivel de la mente superior.

La interpenetración entre todos ellos es, por lo general, fluída y actúan uno sobre otro, en múltiples direcciones. A veces no resulta fácil distinguirlos, sobre todo entre lo mental y lo emocional. La observación es un instrumento óptimo para hacerlo. Por ejemplo cuando en la cabeza se desarrollan diálogos silenciosos e  interminables pero están teñidos por la justificación, hay una emoción escondida que busca su camino de expresión, despojando a lo mental de su objetividad. Desentrañarlo trae claridad.

Se puede haber comprendido la razón de una ausencia o una pérdida. Pero se sigue extrañando lo perdido. Emocional. O se pueden llevar a cabo actos como si eso no hubiera sucedido. Allí queda el rastro físico de la situación anterior, su memoria física.

La mente tiene una velocidad mucho mayor que lo emocional y muchísimo mayor que lo físico.
Por ello, como ejemplo, la aceptación, es un proceso de tres tiempos y cada etapa debe ser trabajada en su nivel permitiendo que se desenvuelva en lapsos diferentes.
El aporte de la conciencia resulta, entonces, invalorable para jugar cada cosa en su propia vibración.
El resultado de ello será la claridad. Como en la paleta del pintor, cuando demasiados colores se mezclan, sólo se obtiene un gris sucio. En cambio con la pureza de cada color hay comprensión y resolución.

domingo, 21 de octubre de 2012

¡Y por qué la conciencia?




A través de la historia vemos civilizaciones que aparecen, se desarrollan en apoyo de valores o ideas que parecen solucionarlo todo para luego caer estrepitosamente en una desintegración que no deja ningún avance real.

En la Antigua Grecia, en el Medioevo o ahora, las condiciones de la vida humana son las mismas solo que en nuestro tiempo se vive en el marco de una tecnología avanzada que no impide que haya violencia, caos, miseria y enfermedad en todos los pueblos.

El dolor sigue siendo el anillo que ahoga al hombre en su humanidad.; no importa su clase social o económica, ni su saber o ignorancia, ni su fe o ateismo.

Aquellos que se engañaron en pos de una idea que lo iba a cambiar todo hacia un mundo mejor vieron sus ilusiones caer en el vacío que la propia condición del hombre tiene en su naturaleza. Podemos nombrarlas de mil maneras, ansia de poder, codicia, vulnerabilidad ante la enfermedad o el accidente, desencanto, todas son caras de la misma incapacidad y la ilusión es el disfraz de la mentira.

“Las condiciones en las que los hombres viven sobre la tierra son el resultado de sus estado de Conciencia. Querer cambiar las condiciones sin cambiar la Conciencia es una vana quimera”.

Lo único que el hombre puede cambiar es a si mismo pero esta es una tarea que nunca se emprende. Cambiar ¿Qué? ¿Es adherir a aquella o esta disciplina? ¿A este o aquel valor?¿O tal vez amoldarse a aquello que se considera un ideal? No es este el camino.

El que decide construir un comedor infantil, esparcir una religión, predicar un conocimiento, lo hace en el fondo porque cree saber mejor que los demás lo que debe hacerse o no.

Se pueden organizar grandes movimientos par mejorar la salud de los pobres, por ejemplo, pero eso no impedirá que la gente se enferme. Al contrario, se sentirá animada a caer enferma. Se puede “servir a la Humanidad” luchando contra la pobreza pero eso no mejorará la condición de los atendidos antes generará aún más rencor y violencia. No hace falta más que abrir los diarios para comprobarlo.

De hecho la primera humanidad que nos concierne es la propia y el primer desafío es encontrar en uno mismo la posibilidad de cambiar la capacidad de sufrir en una certeza de ser feliz.

Allí, en ese algo sufriente en el hombre que se muestra bajo todos los hábitos, vocabularios, profesiones, discursos, que se oculta en un paraíso social o religioso está el secreto de la transformación.

Para acabar con el dolor ese dolor es el instrumento, la palanca que mueve. En el fondo mismo del dolor está el secreto que no conduce al hundimiento y la derrota sino que acerca al corazón de un “mejor” que no se había previsto.

“En ningún medio exterior de mejora material o de transformación total reside la verdadera evolución progresiva, lo que puede llevar al hombre hacia la dicha a la que tiene perfecto derecho. Son los perfeccionamientos individuales, interiores y profundos los que constituyen el progreso real, y que pueden transformar totalmente el estado actual de las cosas.”

En la propia selva interior es donde se busca desarmar los núcleos que forman la estructura de cada uno; aquello que denominamos “Yo” y que está elaborado en base a transmisión de patrones ancestrales (familiares y culturales), hábitos consolidados como respuesta efectiva a una situación que se supone resuelta pero que solo es respuesta de alguna clase de memoria activada como defensa, estructuras elementales que nos fueron transmitidas por el ideal filosófico, religioso o económico y que, se supone, van a proveer a nuestro bien; todo ello apoyado en una genética que se dice determinante absoluta, pero frente a la cual el efecto placevo en sus últimos estudios plantea , cuando menos, una duda seria como el efecto de la mente sobre la materia.

Toda esta intrincada maraña responde siempre sobre una base de acción: el conflicto, en su infinita gama de variables por ejemplo entre lo que se siente y lo que se piensa, entre lo que se supone “propio” y lo del “otro”. Si se observan detenidamente las relaciones humanas se verá que es una serie gigantesca de agresiones y competencias más o menos disimuladas con algunos pequeños oasis, momentáneos y efímeros de paz y encuentro; donde pues para que alguien gane otro tiene que perder, ya sea en el ámbito familiar, social, nacional o planetario.

¿Dónde se enraíza el conflicto? En el hombre o la mujer mismos. Por eso cada situación de la propia vida espeja cómo nos relacionamos con nosotros mismos en primer lugar y de allí con otro; cómo la ilusión proyecta sobre ese otro nuestras carencias en una elección condicionada por todo tipo de patrones.

Todos los vínculos humanos están teñidos de esta agrisada mezcolanza de creencias y emociones que llamamos “Yo”.

Para desarmarla es necesaria la búsqueda seria de la claridad interior; una por una las raíces de ese dolor que confunde son desenterradas de la inconciencia y expuestas a la luz de la comprensión, de la aceptación y luego y solo luego, de la transformación.

¿Donde se ve si el cambio tiene resultados? En la propia vida sencilla de cada día porque al desarmar las piezas del conflicto entero de cada uno cambia el entorno familiar, social, cambiando las elecciones y metas de vida y cambiando hasta la manera de mirar la muerte.

Pero como siempre lo mas profundo es lo ultimo que se descubre, lo primitivo u original es lo ultimo en emerger de la obstrucción.

“El obstáculo coincide con la razón misma de la obra a realizar; es el estado de imperfección actual de la materia física… Tenemos que caminar constantemente a la conquista de ese trasfondo de inconciencia universal y a través de nuestro organismo, transformarlo poco a poco en conciencia luminosa”.

No es tarea para débiles ni para cobardes, es enfrentar las raíces del dolor y de la muerte para arrebatarles su presa. Es también una tarea de silencio  llevada a cabo en lo profundo del ser, que solo se evidencia en el cambio sutil de lo vibratorio. Donde hay circo la evolución esta ausente.



            “Mire el mundo y perdí el Yo
              Y cuando encontré el Yo, perdí el mundo
             Perdí mis otros yoes y el cuerpo de Dios
             El lazo entre lo finito y lo infinito
             El puente entre las apariencias y la Verdad”.

                                                     Savitri 5.3.407

Es el llamado a la mutación humana, de “dentro a afuera” tal es la verdadera ley. “Es gracias a lo peor como se puede encontrar lo mejor y es gracias a lo mejor como se puede transformar lo peor.”

            Es la aventura última del hombre.

            “He cavado mucho tiempo, profundamente
             En un horror de fango y lodo
             Un surco para la canción de un río de oro
             Una morada para un fuego inmortal.”








domingo, 14 de octubre de 2012

Cuerpo-Mente. Un aporte de Yoga


El trabajo como profesora de Yoga aproxima a la observación de los cambios psicofísicos que se producen en aquellas personas que sostienen una práctica.
En este campo el aporte de la Profesora Susana Balech es de inestimable valor en su apoyo al desarrollo de la sensibilidad que no se conoce.

Para facilitar y enriquecer la práctica se busca, también, el apoyo de técnicas psicofísicas.
El trabajo ideado por el Dr. Moshe Feldenkrais resulta particularmente enriquecedor por su relación entre autoconciencia y movimiento.

“Debido a la estrecha proximidad existente entre la corteza motriz y las estructuras cerebrales relacionadas con el pensamientoy el sentimiento, así como a la tendencia de un sector cerebral a propagarse hacia los tejidos vecinos, un cambio radical en la corteza motriz no puede sino tener efectos paralelos sobre el pensamiento y el sentimiento”.

La noción de “uso” es desarrollado por Alexander, uno de cuyos principios sostiene que el uso afecta la función. Cuando se comprende la complejidad del concepto “uso” se da uno cuenta de la profundidad de este principio. Dado que el uso determina el funcionamiento, un uso defectuoso implica un funcionamiento defectuoso.
Un ejemplo de esto puede ser el niño que imita la postura del padre. Aprende a pararse como su padre llevando los hombros arriba y atrás lo que dificulta la respiración e inhibe la libre movilidad de caderas y rodillas. El padre quizás tarda décadas en lograr semejante mal uso, pero el niño lo adquiere tempranamente y esto afectará su personalidad y su forma de relación a lo largo de su vida.

En este punto del trabajo debe uno replantearse qué entiende por “cuerpo” y “mente”.

A la luz de la física quántica la materia dista mucho de lo que creía Descartes o Newton, o sea un ordenado sistema parecido a bolas de billar actuando entre si como un mecanismo de relojería.
Lo más importante que dice ella respecto a la índole de la materia y tal vez del ser, es su descripción de onda / partícula. A nivel subatómico todo puede describirse como partícula sólida o como onda, o sea que la naturaleza de las cosas es básicamente dual, simultáneamente.

Esto se afirma en el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, y desde allí hace una entrada al lenguaje de psicólogos y sociólogos que llevan la expresión “salto quántico” para denominar un cambio rápido.

 Es la teoría física más exitosa que se haya logrado. Puede predecir resultados experimentales correctos con una precisión de varios puntos decimales.
El Principio de complementación afirma que cada manera de describir al ser, tanto como onda como partícula, complementa a la otra y solo se obtiene un cuadro total cuando se les trata “en paquete”. También actúan así los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, proporcionando cada uno un tipo de información de la que carece el otro.

En esta física ningún estado es completo por sí solo y ambos son necesarios para ofrecer un cuadro completo de la realidad, pero nunca pueden ser enfocados simultáneamente.
Esto condensa el problema filosófico central: la esencia misma de la realidad.

Pero existe un punto más igualmente importante a tener en cuenta y es que: los fenómenos quánticos no observados son totalmente diferentes de los observados. Esto parece sugerir que la conciencia es un importante eslabón entre el mundo del quantum y la realidad cotidiana.
“Todo el proyecto de definir un nuevo yo cuántico, descansa en argüir que la física cuántica y, particularmente, un modelo de conciencia basado en la mecánica cuántica, nos permite vernos a nosotros mismos, o a nuestras almas, si se prefiere como socios en los procesos de la naturaleza en la materia como de la materia” dice Danah Zohar, licenciada en física y filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Con respecto al mundo físico esa “realidad” que cada vez se torna más unificada con aquella otra de la conciencia, al punto que no se puede reconocer donde comienza una y termina la otra, nuestros átomos son, parafraseando a Carl Sagan, “cenizas de estrellas enfriadas”, ya que los elementos que componen nuestro cuerpo biológico son los mismos que están presentes en todo cuerpo celeste, planeta o estrella.
Sería interesante que se desarrollara una biología que tuviera en cuenta la presencia e influencia de minerales y elementos sobre, no sólo la salud, sino sobre las conductas. Como un aporte a ello se ha observado el efecto provocado por el hierro en altas cantidades en el entorno con el nivel de violencia de las personas expuestas a ello (militares, obreros de la metalúrgica, etc).

Cuando se trabaja con la psicofísica desde la sensibilidad, uno descubre la unión de uso y función, se observa el cambio en la persona para consigo misma y para con su entorno, llámese vínculos o circunstancias, se observan las modificaciones con respecto a estructuras y valores, como también el reconocimiento del propio ser, comienza a hacerse presente la Unidad.

Pareciera como si la mente lo hubiese fragmentado todo en su intento de explicar, como si se viviera en relación a una idea del Universo pero no con el hecho del Universo.

Sin embargo bajo todo ello subyace una Totalidad imperturbable que solo espera ser descubierta.

Dicen las tradiciones védicas: “Un dios átomo duerme en cada piedra, despierta en cada planta, se mueve en cada animal piensa en cada hombre y ama en cada ángel”.

El Infinitesimal se junta con el Infinito.


miércoles, 8 de agosto de 2012

Espiritualidad. El coraje de la oruga.

La oruga, pequeña y tranquila, vivía en su rama comiendo las hojas tiernas y verdes recién brotadas de la primavera.
Su vida transcurría entre el paseo al extremo del tronco, su conversación con las hormigas vecinas, esforzadas trabajadoras que no tenían mucho tiempo que perder, y el cuidado para evitar ser comida por los pájaros que visitaban el follaje de su árbol. Para esto su color la ayudaba, su verde se mezclaba con los verdes de las hojas.




Pero algo de los pájaros fue ganando su atención más y más. Los veía volar y esa fascinación por el dominio del espacio la llevaba a arriesgarse, a veces demasiado.
Fue en uno de esos paseos que algo empezó a pasarle. Una inquietud, cierto desasosiego que fue creciendo hasta convertirse en una urgencia. Pero..¿de qué?

Los brotes verdes del árbol perdieron su sabor. La rama se volvió pequeña y previsible. Las hormigas contaban siempre la misma historia. Las horas se llenaron de vacío. Su mundo, antes paradisíaco, ahora era insoportable.
Qué estaba pasándole? Qué era esa necesidad que, nacida de su interior, la embargaba siempre un poco más, hacia dónde?
Sólo hallaba calma contemplando el espacio alrededor de su rama, en silencio. Hasta llegó a sentir el deseo de volar.. Su cuerpo, llevado por todas sus patas, iba y venía por la rama mientras el afán crecía en su pecho.

Habló con sus amigas, las hormigas, sobre su necesidad y ellas la miraron horrorizadas.
¿Qué locura era aquella? ¿Dónde se ha visto que una oruga piense tamaño desatino? Hasta llegó un punto en que la incomprensión se volvió hostilidad. No se cuestiona lo habitual sin un costo.

Y un día se decidió. Iba a escuchar su llamado profundo, iba a tomar el riesgo, la aventura de la transformación. Sólo en su interior podría encontrar la fuerza y el modo.
La idea del capullo comenzó a tomar forma en ella. Pero los capullos cuelgan de una rama hacia el vacío. Era abandonar toda seguridad. Era colgarse de cabeza, solo sostenida de un extremo de sus últimas patas para comenzar a tejerlo. Su mundo puesto al revés, sus ojos mirando el cielo, su corazón palpitando de miedo por lo imposible de su tarea.
Pero su deseo era irrenunciable y se volvió coraje.
Y allá fue, descolgándose hacia la nada, tejiendo su propia piel para encerrarse en ella.
Esa piel cubría lo que todavía no sabe para llevarla hacia la realización de su destino. Podría volar algún día?
Tal vez...

Pero esa es otra historia. Hoy sólo queremos hablar del coraje de la oruga.

domingo, 22 de julio de 2012

Reflexología II. El simbolismo de los pies.

El simbolismo requiere de un planteamiento intuitivo que extraiga el sentido de una forma y lo entregue como comunicación efectiva del mismo. Para un simbolista el mundo es un misterio que intenta descifrar buscando analogías entre lo material y lo ontológico.
"Las secretas afinidades entre el mundo sensible y el espiritual" según palabras de Charles Baudelaire.
Tomando esta senda es que se exponen las próximas conclusiones personales, como una invitación a repensar en cada uno su propia definición.
Para Sri Nisargadatha :"La naturaleza del hombre es un matrimonio, unión de opuestos, los pies, realizados en su cabeza y florecido hacia lo alto"

Los pies son potencia, la cabeza realización. Los pies andan, mueven todo en dirección a, la cabeza mira lo alto y conoce.
Ellos son la base de toda estructura corporal, punto de arraigo donde se apoya la verticalidad de la estructura. Apuntan al recorrido del propio camino y son la raíz del cuerpo, conectando con la tierra en su interacción energética. Afirmación y sostén.
Su apoyo determina la postura general, la forma de caminar la vida.

Esa potencia contenida en ellos es mayoritariamente inconciente. A nivel ontológico los pies del hombre están heridos pues esa potencia debe ser desarrollada a nivel de su conciencia. Es por ello que en muchos mitos se menciona que el héroe está cojo. Edipo, sufre la herida de su pie al ser colgado del árbol pero viene  de una estirpe que tiene dificultad en el andar.

El hombre ha perdido su verdadera identidad al abandonar el conocimiento de su realidad ontológica. Su herida sólo puede sanar al asumir su completud, abriendo la puerta de la realización. Materia-Espíritu, Ying-Yang,  Multiplicidad-Unidad. Todos nombres de la Polaridad.

El talón es el apoyo principal en el paso. Revela el yo primario y su arraigo. Su tamaño, robustez, carencia marcan tonalidades del mismo. El taconeo lo exalta como vemos en danzas rituales primitivas o en saludos militares.
Aquiles, a quien su madre introduce en las aguas sagradas del Styx para volverlo invulnerable (divino, inmortal), queda solamente sostenido por su talón, su debilidad. El, a no encontrar oposición alguna en el mundo de los hombres, vuelve su fuerza en ira, pues su naturaleza no ha sido transmutada. Encuentra la muerte por una flecha de París. Pero la inspiración que la guía es de origen divino (Apolo).


En cambio los dedos de los pies tienen que ver con el apoyo mental o la forma de concebir la vida. Son el extremo externo del andar y lo más flexible de los pies.
Desde el intelecto (dedo mayor) al concepto de disfrute (dedo menor), desde lo físico a lo suprafísico (emocional,mental, espiritual) su libre fluir en dedos armónicos o su desviación o bloqueos expresan calidades de la estructura mental o sus conflictos por carencia o exceso.
Seis Meridianos chinos están en los pies. Tres empiezan y tres terminan en ellos.


En el primer dedo encontramos punto 1 de Bazo -Páncreas. Tiene que ver con el rumbo pensado de la vida, si se adapta o no a lo establecido, su emoción asociada es la preocupación. El llamado "juanete" es un ejemplo de desvío o adaptación forzada.
En el mismo dedo, lado externo, Meridiano de Hígado en su inicio. Emoción dominante, la ira. El cuarto dedo es el final de Meridiano de Vesícula.
En el quinto dedo termina Meridiano de Vejiga, muy asociado por su recorrido (a lo largo de la columna vertebral) con corazas musculares. El miedo o su contracara, el coraje, se asientan en él.


Se empiezan, entonces, a mirar con otros ojos las facilidades o problemas que expresan nuestros pies.
La maravilla del holismo de la Naturaleza hablando en formas, jugando a lo múltiple en su expresión para siempre volver al fin que es comienzo..