domingo, 14 de octubre de 2012
Cuerpo-Mente. Un aporte de Yoga
El trabajo como profesora de Yoga aproxima a la observación de los cambios psicofísicos que se producen en aquellas personas que sostienen una práctica.
En este campo el aporte de la Profesora Susana Balech es de inestimable valor en su apoyo al desarrollo de la sensibilidad que no se conoce.
Para facilitar y enriquecer la práctica se busca, también, el apoyo de técnicas psicofísicas.
El trabajo ideado por el Dr. Moshe Feldenkrais resulta particularmente enriquecedor por su relación entre autoconciencia y movimiento.
“Debido a la estrecha proximidad existente entre la corteza motriz y las estructuras cerebrales relacionadas con el pensamientoy el sentimiento, así como a la tendencia de un sector cerebral a propagarse hacia los tejidos vecinos, un cambio radical en la corteza motriz no puede sino tener efectos paralelos sobre el pensamiento y el sentimiento”.
La noción de “uso” es desarrollado por Alexander, uno de cuyos principios sostiene que el uso afecta la función. Cuando se comprende la complejidad del concepto “uso” se da uno cuenta de la profundidad de este principio. Dado que el uso determina el funcionamiento, un uso defectuoso implica un funcionamiento defectuoso.
Un ejemplo de esto puede ser el niño que imita la postura del padre. Aprende a pararse como su padre llevando los hombros arriba y atrás lo que dificulta la respiración e inhibe la libre movilidad de caderas y rodillas. El padre quizás tarda décadas en lograr semejante mal uso, pero el niño lo adquiere tempranamente y esto afectará su personalidad y su forma de relación a lo largo de su vida.
En este punto del trabajo debe uno replantearse qué entiende por “cuerpo” y “mente”.
A la luz de la física quántica la materia dista mucho de lo que creía Descartes o Newton, o sea un ordenado sistema parecido a bolas de billar actuando entre si como un mecanismo de relojería.
Lo más importante que dice ella respecto a la índole de la materia y tal vez del ser, es su descripción de onda / partícula. A nivel subatómico todo puede describirse como partícula sólida o como onda, o sea que la naturaleza de las cosas es básicamente dual, simultáneamente.
Esto se afirma en el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, y desde allí hace una entrada al lenguaje de psicólogos y sociólogos que llevan la expresión “salto quántico” para denominar un cambio rápido.
Es la teoría física más exitosa que se haya logrado. Puede predecir resultados experimentales correctos con una precisión de varios puntos decimales.
El Principio de complementación afirma que cada manera de describir al ser, tanto como onda como partícula, complementa a la otra y solo se obtiene un cuadro total cuando se les trata “en paquete”. También actúan así los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, proporcionando cada uno un tipo de información de la que carece el otro.
En esta física ningún estado es completo por sí solo y ambos son necesarios para ofrecer un cuadro completo de la realidad, pero nunca pueden ser enfocados simultáneamente.
Esto condensa el problema filosófico central: la esencia misma de la realidad.
Pero existe un punto más igualmente importante a tener en cuenta y es que: los fenómenos quánticos no observados son totalmente diferentes de los observados. Esto parece sugerir que la conciencia es un importante eslabón entre el mundo del quantum y la realidad cotidiana.
“Todo el proyecto de definir un nuevo yo cuántico, descansa en argüir que la física cuántica y, particularmente, un modelo de conciencia basado en la mecánica cuántica, nos permite vernos a nosotros mismos, o a nuestras almas, si se prefiere como socios en los procesos de la naturaleza en la materia como de la materia” dice Danah Zohar, licenciada en física y filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Con respecto al mundo físico esa “realidad” que cada vez se torna más unificada con aquella otra de la conciencia, al punto que no se puede reconocer donde comienza una y termina la otra, nuestros átomos son, parafraseando a Carl Sagan, “cenizas de estrellas enfriadas”, ya que los elementos que componen nuestro cuerpo biológico son los mismos que están presentes en todo cuerpo celeste, planeta o estrella.
Sería interesante que se desarrollara una biología que tuviera en cuenta la presencia e influencia de minerales y elementos sobre, no sólo la salud, sino sobre las conductas. Como un aporte a ello se ha observado el efecto provocado por el hierro en altas cantidades en el entorno con el nivel de violencia de las personas expuestas a ello (militares, obreros de la metalúrgica, etc).
Cuando se trabaja con la psicofísica desde la sensibilidad, uno descubre la unión de uso y función, se observa el cambio en la persona para consigo misma y para con su entorno, llámese vínculos o circunstancias, se observan las modificaciones con respecto a estructuras y valores, como también el reconocimiento del propio ser, comienza a hacerse presente la Unidad.
Pareciera como si la mente lo hubiese fragmentado todo en su intento de explicar, como si se viviera en relación a una idea del Universo pero no con el hecho del Universo.
Sin embargo bajo todo ello subyace una Totalidad imperturbable que solo espera ser descubierta.
Dicen las tradiciones védicas: “Un dios átomo duerme en cada piedra, despierta en cada planta, se mueve en cada animal piensa en cada hombre y ama en cada ángel”.
El Infinitesimal se junta con el Infinito.
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